jueves, 21 de agosto de 2008

Libertad 1 ®



No puedo dejar de preguntarme ¿Qué es eso que estás sintiendo?
¿Acaso no es suficiente con mirarse al espejo y verse distinto?
¿Acaso es necesario escuchar por enésima vez la misma canción para entender que nada cambió desde la última vez?
¿No es cierto que no?
Planificar, delante de un árbol, observar como caen las hojas… una a una, hasta que no queda una. Todo un invierno observando, como muta la herida del narcisismo y no remediar nada… solo observar y verse rodeado de hojas secas y sentir… libertad.
La libertad que teme, porque a la vuelta nos espera la hoja llena de símbolos indescifrables, que se va dejando descubrir con el transcurrir.
Como una sopa de letras la embriaguez nos muestra al mundo. Y a la resaca del nuevo día, no encontramos con las sombras de lo que quisimos Ser.
¡Albricias! Y hasta que dijimos la palabra mágica: Ser.
Sentir, ser. Y el espejo en el medio, forzando al intelecto a salir de su mudez.
Las palabras como gestos de una mudez aprendida, las palabras salen, solo que el espejo las devuelve incomprendidas

1 comentario:

Txemita dijo...
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